Son un instrumento de pago cuyo soporte es habitualmente un plástico, que nos permite, gracias a los datos consignados en el chip (pequeño circuito integrado que realiza numerosas funciones en ordenadores y dispositivos electrónicos), pagar al instante, como si se llevara dinero físico encima, sacar dinero en cajeros automáticos e incluso financiar a corto plazo la adquisición de bienes y servicios (si se trata de una tarjeta de crédito)
En los pagos realizados a distancia a través de Internet se suele solicitar al titular que facilite el PAN (numeración de la tarjeta que figura en su anverso), la fecha de caducidad, y el código de seguridad diseñado específicamente para esta operativa (código CVC) que se plasma en el reverso de la tarjeta. La normativa de servicios de pago (Directiva de Servicios de Pago de la Unión Europea, en concreto) ha añadido el deber de facilitar un código adicional por el usuario a modo de autenticación de la operación, lo que refuerza la seguridad de las transacciones.
A continuación, se muestra el diseño estándar del anverso y reverso de una tarjeta.
Esquema de las principales funciones:
Guía Financiera