A lo largo del tiempo, los agentes integrantes de una economía (empresas, familias, Administraciones Públicas…) deben adoptar una serie de decisiones referentes a diferentes facetas relativas a la producción, el consumo, el ahorro y la inversión. Tales decisiones son muy importantes para cada agente individualmente, pero, al agregarse, también lo son para la sociedad en su conjunto.
Los agentes económicos no solo deben decidir qué tipo de decisión tomar, sino también en qué magnitud.
En un momento dado, unos agentes querrán llevar a cabo proyectos de gasto y puede que no cuenten con los recursos necesarios para afrontarlos. Por el contrario, otros agentes, que decidan aplazar sus proyectos de gasto para el futuro, puede que tengan recursos disponibles que no necesitarán emplear actualmente.
Como consecuencia de lo anterior, los agentes económicos se encontrarán por lo general ante una de estas dos situaciones:
- Deficitaria, o de necesidad de financiación (los fondos disponibles son inferiores a los fondos necesarios).
- Excedentaria, o de capacidad de financiación (los fondos disponibles superan los fondos necesarios).
En otras ocasiones la situación puede ser de equilibrio, cuando los gastos igualan a los ingresos.