Los títulos de renta fija generan rendimiento a través de tres formas distintas:
- Rendimiento explícito: El título da derecho a percibir un rendimiento (cupón) cada cierto tiempo o bien al vencimiento.
Ejemplo: Un título con valor nominal de 1.000 euros y un vencimiento de 3 años da unos intereses anuales del 5%; al final de cada año, mientras esté vigente el título, el tenedor recibirá un rendimiento (cupón) de 50 euros.
El cupón a percibir por el ahorrador/inversor puede ser fijo o variable. A continuación se muestra un gráfico que recoge los flujos monetarios que produciría este título con cupón fijo:

En el caso de que el cupón a percibir sea variable, existen múltiples modalidades, entre otras:
(i) cupón creciente (aumenta conforme se aproxima el vencimiento del título) o decreciente (disminuye conforme se aproxima el vencimiento del título);
(ii) indexado: el cupón se encuentra relacionado con un índice de referencia (por ejemplo: Euríbor a 3 meses), de modo que las subidas o bajadas de dicho índice determinarán el rendimiento final a percibir. Las variantes en estos cupones dependerán de la estructura concreta del producto financiero contratado por el ahorrador/inversor.
- Rendimiento implícito: El título no ofrece ningún rendimiento explícito, sino que los intereses se obtienen por la diferencia entre el importe obtenido a la amortización (nominal) y el importe pagado a la suscripción, del que se descuenta el rendimiento (títulos emitidos al descuento). Estos valores también reciben la denominación de “cupón cero”.
Ejemplo: Un título con valor nominal de 1.000 euros a 1 año se emite al descuento por un precio de 952,38 euros. El inversor paga el precio y recupera dentro de un año el valor nominal, por lo que obtiene como rendimiento: 1.000 – 952,38 = 47,62 euros. Estos intereses equivalen a una tasa de rendimiento igual a: 100 x (47,62/952,38) = 5%. Lo anterior se recoge en el siguiente esquema:

- Rendimiento mixto: Se utilizan conjuntamente las dos fórmulas anteriores.