¿Qué factores debemos tener en cuenta a la hora de invertir en bolsa?
Una adecuada valoración de la inversión en acciones debe tener en cuenta un horizonte a medio y largo plazo, dada la potencialidad de aportar valor al accionista, mediante el reparto de dividendos, la dotación de reservas de las sociedades y la obtención de beneficios en su venta.
Siendo obvio que la inversión en renta variable presenta oportunidades, no es menos cierto que la inversión en acciones no está exenta de riesgos, teniendo que enfrentarse el inversor a numerosas incertidumbres, que en muchos casos pueden terminar con pérdidas no esperadas. Además de la mayor volatilidad, esto es, de un mayor riesgo de oscilaciones en el precio, la inversión en acciones comporta un mayor riesgo para el accionista en caso de situación concursal o quiebra por parte de la empresa; en estas circunstancias, la empresa debe liquidarse y los accionistas ordinarios se colocarían en el último lugar en el reparto respecto a los poseedores de bonos y otros acreedores.
Por lo anterior, en el caso de este instrumento financiero es absolutamente crucial conocer y valorar sus características esenciales, de manera que el inversor pueda casar los potenciales niveles de riesgo y de rentabilidad inherentes a este tipo de activos con su capacidad de soportar pérdidas y con los objetivos de rentabilidad y el horizonte temporal de su inversión.
Finalmente, es muy importante conocer las variables que influyen en la valoración de las acciones: los beneficios empresariales, los tipos de interés, los datos macroeconómicos, etc. Su conocimiento y seguimiento permitirán al inversor una gestión más prudente y eficiente, al generar ideas de inversión con mayor criterio y con base en sus propias expectativas.
Antes de tomar sus decisiones de inversión en bolsa, los inversores deberán analizar con detalle sus objetivos de rentabilidad, su capacidad de soportar pérdidas temporales y su horizonte de inversión (a corto, medio o largo plazo), para planificar con detalle una estrategia acorde con dichas características.
Asimismo, deberían considerar las oportunidades, pero también los factores de mayor riesgo, que incorpora la inversión en renta variable de forma directa (comprar acciones directamente). Dichos riesgos tienden a ser más reducidos si se posee una cartera diversificada de acciones (de diferentes sectores y empresas) o si se invierte a través de instituciones de inversión colectiva.