Para mantener un nivel de ingresos, en el momento de jubilación, similar al que se disfruta en la época activa, es preciso, comúnmente, poder disponer de unas rentas que complementen los ingresos procedentes de los sistemas públicos de pensiones.
Este complemento puede constituirse a través de una variedad de productos financieros y no financieros, pero los planes de pensiones son la figura que ha sido creada y regulada específicamente para este fin.
Existe una amplia oferta de tipos de planes de pensiones, que permiten adaptar la capacidad de ahorro en cada etapa de la vida activa. Llegado el momento, se puede optar por aquella modalidad de prestación que mejor se ajuste a la situación familiar y económica del perceptor.
El tratamiento fiscal de las aportaciones realizadas a los planes de pensiones representa un incentivo para el ahorro a través de esta modalidad de instrumento financiero.
Guía Financiera