El PIB puede calcularse de tres maneras diferentes, a través de tres enfoques, que deben llevar al mismo resultado:
- Enfoque de la producción (oferta): Como la suma de los valores añadidos brutos (VAB) generados en las diversas etapas de la producción y en todos los sectores de la economía. El concepto de valor añadido se utiliza precisamente para evitar el doble cómputo, ya que el valor añadido de cada empresa es la diferencia entre el valor de su producción y el valor de los bienes y servicios que adquiere de otras empresas para realizar dicha producción.
El PIB por la vertiente de la producción se obtiene, por tanto, a través de la siguiente fórmula:
VAB sector primario + VAB industria y energía + VAB construcción + VAB servicios de mercado y no de mercado + Impuestos indirectos ligados a la producción e importación – Subvenciones a la producción.
El PIB se obtiene mediante la suma del valor añadido de cada sector productivo.
- Enfoque de las rentas: Para poder llevar a cabo su producción, cada empresa necesita disponer de una serie de recursos y factores (fundamentalmente, trabajo, capital propio, capital ajeno, bienes de equipo e inmuebles), a los que tiene que retribuir. El valor añadido que genera tiene como contrapartidas las rentas o retribuciones satisfechas a los distintos factores: sueldos, beneficios, intereses, amortizaciones, alquileres. Supongamos que dicha economía remunera a sus factores de la siguiente manera (cifras en euros):
Remuneración de los asalariados[1] | 175.000 |
Excedente bruto de explotación[2] | 130.000 |
Impuestos sobre la producción y las importaciones | 10.000 |
PIB = Remuneración de los asalariados + Excedente bruto de explotación + Impuestos sobre la producción y las importaciones = 175.000 + 130.000 + 10.000 = 315.000 euros.
- Enfoque del gasto (demanda): Mediante las sumas del gasto en bienes y servicios finales efectuado por las familias, las empresas, las Administraciones Públicas (demanda interna) y el sector exterior. Dicho gasto comprende el consumo y la inversión, tanto privados como públicos, así como las exportaciones netas (exportaciones menos importaciones) de bienes y servicios.
[1] La remuneración de los asalariados comprende aquellas cuantías que se destinan a retribuir a los trabajadores a cambio de la prestación de servicios: sueldos y salarios, y contribuciones a la Seguridad Social.
[2] Este concepto hace referencia al excedente (o déficit) de las actividades de producción antes de tener en cuenta los intereses, alquileres o cargas pagados o recibidos por la utilización de activos.