El cliente ante la toma de decisiones: servicios prestados una sola vez o a lo largo del tiempo
Una vez acotado el marco general en el que nos podemos mover, surge la cuestión crucial de la elección de un producto concreto que se ajuste a nuestras necesidades.
El enfoque es distinto, evidentemente, si se trata de un servicio prestado una sola vez o de un servicio u operación que tiene una dimensión temporal:
- Si pretendemos realizar una operación esporádica u ocasional, sin ninguna implicación financiera en el futuro, por ejemplo, la realización de una transferencia de fondos a otra persona, deberemos prestar atención esencialmente, además de a la seguridad, al coste y al tiempo de ejecución de la transacción. Toda entidad debe tener a disposición del público un folleto donde aparezca información de las tarifas aplicables a las distintas operaciones ofrecidas.
- Los aspectos a considerar son más amplios si se trata de una operación que conlleva obligaciones futuras para las partes intervinientes, cliente y entidad financiera. Supongamos, inicialmente, que nuestras necesidades se pueden resumir en dos: por un lado, elegir un instrumento financiero en el que colocar nuestro ahorro y, por otro, obtener un crédito para poder llevar a cabo algún proyecto de gasto. En uno y otro caso, es fundamental que elijamos la opción que, dentro de nuestras posibilidades económicas, mejor se ajuste a nuestras necesidades, preferencias y circunstancias personales. Lo anterior nos lleva a considerar detenidamente las características de los productos.