¿Cuáles son las características generales de los fondos de inversión?
Las características generales de los fondos de inversión se pueden sintetizar en los siguientes puntos:
-
Se trata de instituciones de inversión colectiva, por lo que:
-
Son instrumentos financieros especialmente diseñados para reunir recursos de los inversores individuales para dirigirlos a la inversión en valores y activos financieros (o no financieros) de diversa índole.
-
La rentabilidad individual de cada inversor dependerá del rendimiento colectivo del fondo.
-
-
Uno de los principios básicos de la inversión colectiva es la igualdad de trato de todos los partícipes del fondo, lo que no impide que dentro de un mismo fondo pueda haber distintos compartimentos, con estrategias de inversión específicas y/o distintas clases de participaciones, con comisiones, gastos o requisitos de entrada diferentes. Pero en tales casos, dentro de cada compartimento, todos los partícipes tendrán los mismos derechos y obligaciones.
-
Son gestionados por una sociedad gestora de instituciones de inversión colectiva (SGIIC), que representa al fondo, al no disponer éste de personalidad jurídica, y que ejerce todos sus derechos políticos y económicos. Las sociedades gestoras precisan autorización previa de la CNMV y están sometidas al control y a la supervisión de este órgano supervisor. Las gestoras deberán llevar a cabo, de manera independiente, una gestión profesionalizada de las inversiones del fondo, salvaguardando en todo momento los intereses de los partícipes del fondo.
-
Los valores y activos financieros del fondo son custodiados por una entidad depositaria, que administra la cartera y el efectivo del fondo. La entidad depositaria precisa autorización previa de la CNMV y tendrá que tratarse de una entidad de depósito (banco, caja de ahorro o cooperativa de crédito) o de una sociedad o agencia de valores. Además de la administración y custodia de los valores del fondo, se encarga de canalizar todos los cobros y pagos del fondo. También, la Ley le asigna una función de control sobre las funciones de la sociedad gestora.
-
El patrimonio del fondo se divide en participaciones, de igual valor y características. Para invertir en un fondo, los inversores tienen que comprar (suscribir); si quieren desinvertir (total o parcialmente), será necesario que procedan a la venta (reembolso) de sus participaciones.
-
Las participaciones no tienen valor nominal, sino que se les asigna diariamente un valor liquidativo, idéntico para las suscripciones y los reembolsos. El valor liquidativo se determina dividiendo el valor total neto del patrimonio del fondo, una vez deducidos los gastos imputables al mismo, entre el número total de participaciones emitidas. El valor liquidativo se calcula a precios de mercado, es decir, se valoran todas las inversiones del fondo (valores y activos) como si se tuvieran que vender totalmente. Ello implica que el valor liquidativo de las participaciones de los fondos de inversión recoge diariamente todas las variaciones que se producen en los precios de los distintos activos que componen la cartera del fondo.
-
Dentro de un mismo fondo pueden existir distintos subfondos o compartimentos, cada uno de los cuales tendrá su propio régimen de funcionamiento: comisiones a aplicar, activos en los que invertir, etc. Además, cada subfondo podrá emitir un tipo distinto de participaciones, de forma que cada clase de participación tendrá un valor liquidativo distinto al resto.