El Congreso de Diputados ha convalidado el Real Decreto-ley 11/2024, una reforma clave para la mejora de la compatibilidad de la pensión de jubilación con el trabajo. El objetivo de esta norma es facilitar una transición más progresiva y personalizada hacia la jubilación.
Entre sus principales novedades, se encuentra la mejora de tres modalidades como son: Jubilación parcial, activa y demorada. En cuanto a la jubilación demorada, esta mejora incluye la posibilidad de recibir un incentivo adicional por cada seis meses de demora del momento de jubilarse, a partir del segundo año de haber cumplido la edad legal de jubilación, a diferencia de antes, cuando el incentivo adicional se conseguía por cada año de demora.
La jubilación activa
La jubilación activa es una modalidad que permite combinar una pensión con un trabajo parcial o total, por cuenta ajena o propia, pero ¿qué mejoras se han introducido?. Uno de los avances más relevantes ha sido la eliminación del requisito de haber cotizado durante toda una carrera completa, facilitando y ampliando el acceso a este modelo, sobre todo para colectivos con trayectorias laborales más interrumpidas.
Cabe destacar que es una decisión voluntaria, pensada para quienes desean mantenerse activos tras alcanzar la edad de jubilación.
Además, la nueva modalidad permite que la jubilación activa sea compatible con los incentivos de demora. Cada año que se compatibilice trabajo y pensión, se incrementará el porcentaje de esta prestación en 5 puntos porcentuales, sin que en ningún caso supere el 100% de la prestación.
Ejemplo con el que se visualiza mejor: Si una persona decide volver a trabajar dos años después de su jubilación, podría cobrar un 55% de su pensión y aumentarlo cada año hasta alcanzar como máximo el 100%.
Estos nuevos cambios proporcionan una mayor flexibilidad y libertad financiera, ofreciendo una transición más gradual y adaptada para cada persona.
Jubilación parcial
El real decreto-ley referido también actualiza la jubilación parcial, una modalidad que permite acceder a la pensión antes de la edad ordinaria de jubilación mientras que sigue trabajando a tiempo parcial. Esta modalidad establece el requisito de contratación de un trabajador para completar esa reducción de jornada a través de un contrato de relevo. Esto tiene como aspecto positivo que consigue favorecer así el relevo generacional y la transmisión de conocimientos dentro de las empresas
Estas son las principales mejoras que experimenta esta modalidad:
Se amplía el porcentaje de reducción de jornada del trabajador que opta por la jubilación parcial: pasa de un 50% a un 75%. Además, se podrá acceder tres años antes de la edad ordinaria de jubilación, pero, eso sí, debiendo ser la reducción de la jornada durante el primer año entre el 20% y el 33%.
La industria manufacturera sale favorecida con esta regulación, y es que en la jubilación parcial para los trabajadores de esta industria se prorroga hasta 2029 el marco actual, con mejoras para los trabajadores relevistas (aquellos contratados para completar la reducción de jornada de las personas que optan por la jubilación parcial) y ofreciendo mayor flexibilidad a las empresas.
También se incluye como mejora las condiciones de acceso a la jubilación parcial para trabajadores fijos discontinuos, que recuperan el coeficiente multiplicador de 1,5 para calcular los periodos de cotización necesarios para acceder a pensiones de jubilación, incapacidad o supervivencia.
Jubilación demorada
La jubilación demorada es una modalidad por la que una persona decide retrasar su retiro más allá de la edad tradicional de jubilación, y en lugar de comenzar a recibir los beneficios de pensión en la edad correspondida, implica posponer dicha fecha de retiro.
En este caso, como se comentaba anteriormente, la única mejora de esta modalidad es que se recibe el incentivo adicional cada seis meses y no cada año de demora del momento de jubilarse.
En conclusión, estas mejoras marcan un avance importante hacia una jubilación más flexible, adaptada a distintas situaciones personales y trayectorias laborales. Las mejoras no solo amplían las opciones para quienes se acercan a la edad de jubilación, sino que también ofrecen nuevos incentivos económicos y laborales. Desde la educación financiera, estas novedades refuerzan la importancia de planificar con antelación, entender las distintas modalidades a las que se pueden acceder, y tomar decisiones informadas que aseguren estabilidad y bienestar en la etapa de jubilación.