A la base imponible se le aplica, en la actualidad, un tipo impositivo general del 25% con un mínimo del 15% para empresas con presencia en la UE que tengan ingresos superiores a 750 millones de euros en los últimos cuatro ejercicios.
Por otro lado, se aplica un tipo del 15% en el caso de empresas de nueva creación, en el primer año con base imponible positiva y el siguiente. En este sentido, cabe añadir que existen sujetos pasivos cuyo tipo impositivo es inferior (10% para algunas entidades sin fines de lucro, o 1% para los fondos de inversión, entre otras) o superior (30% para entidades de crédito, entre otros sujetos pasivos).
Hasta 2016 se establecían tipos reducidos en función del tamaño de la empresa (entidades de reducida dimensión y microempresas), que han sido eliminados, ya que se consideraba un obstáculo al crecimiento empresarial.