¿Cómo se calcula el rendimiento neto de un depósito teniendo en cuenta la carga del IRPF y el efecto de la inflación?
Para responder a esta pregunta, podemos utilizar un ejemplo sencillo:
- Consideremos el caso de un depósito a plazo de 1 año que ofrece un tipo de interés del 4% anual, pagadero al vencimiento.
- El importe del depósito es de 1.000 €.
- Supongamos que la tasa de inflación anual es del 3%.
- Tipo de gravamen del ahorro del IRPF: 19%.
A partir de lo anterior podemos establecer lo siguiente:
- Intereses percibidos: 4% x 1.000 € = 40 €.
- IRPF = 19% x 40 € = 7,6 €.
- Intereses netos de IRPF = 40 – 7,6 = 32,40 €.
Estos intereses netos vienen expresados en términos nominales, es decir, no se ha descontado la pérdida de poder adquisitivo que ha sufrido el capital invertido en el depósito:
- Al realizar el depósito teníamos 1.000 € y ahora, al vencimiento, tenemos 1032,40 €, pero esta cantidad no está reflejando nuestra verdadera riqueza: el capital de 1.000 € que ahora nos devuelven tiene menos valor que el que entregamos hace un año, debido al incremento de los precios.
- Para que nuestra riqueza siguiera siendo la misma en términos reales, necesitaríamos recuperar 1.000 € + 3% x 1.000 € = 1.000 € + 30 € = 1.030 €.
- Por tanto, de los intereses que percibimos netos de IRPF descontamos esos 30 € que necesitamos para mantener el valor real de nuestro capital. Así, los intereses netos de IRPF que obtenemos en términos reales ascienden a: 32,40 € – 30 € = 2,40 €.
- En consecuencia, el rendimiento neto real que obtenemos es el siguiente: (2,40 x 100)/1.000 = 0,24%.
En resumen, el rendimiento neto real de un depósito será igual a:
- Interés nominal antes de impuestos – (tipo de gravamen del IRPF x interés nominal antes de impuesto) – tasa de inflación = 4% – (0,19 x 4%) – 3% = 4% – 0,76% – 3% = 0,24%.