¿Qué se entiende por riesgo?
El riesgo en un producto de inversión es la posibilidad de que la rentabilidad efectiva no se corresponda con la rentabilidad esperada en el momento de su contratación.
El riesgo hace referencia a distintas situaciones que pueden condicionar el valor de los recursos invertidos y el de los rendimientos periódicos a percibir:
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Hay productos (por ejemplo, depósitos) en los que el valor nominal no se ve afectado por ninguna circunstancia, si bien siempre habrá un cierto grado de riesgo asociado a la propia solvencia de las entidades captadoras de los recursos. En el caso de los depósitos, existe un fondo que garantiza a los depositantes la percepción de determinadas cantidades. Otros productos (por ejemplo, acciones) están sujetos, por el contrario, a la valoración del mercado, por lo que el dinero invertido puede verse alterado positiva o negativamente.
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Al margen del anterior tipo de riesgo, existe otro asociado a la percepción de los rendimientos periódicos previstos a lo largo de la vida del producto y al montante concreto a percibir. En los instrumentos denominados de renta variable, como su nombre indica, no existen rendimientos fijos predeterminados, a diferencia de lo que ocurre con los de renta fija. No obstante, puede ocurrir que los rendimientos a percibir en estos instrumentos de renta fija, aunque estén preestablecidos en el tiempo, no sean fijos sino variables, si se establece que su importe dependa de cómo evolucione algún índice que se adopte como referencia (por ejemplo, algún índice bursátil).