A lo largo de un año, son múltiples los impuestos que una unidad familiar debe satisfacer a la Hacienda Pública. Esta partida de gasto está integrada, entre otros, por los siguientes impuestos:
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IBI (Impuesto sobre bienes inmuebles): grava el valor catastral de los bienes inmuebles.
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IVA (Impuesto sobre el valor añadido): grava el consumo de bienes y servicios.
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IRPF (Impuesto sobre la renta de las personas físicas): grava la percepción de rentas por un individuo.
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Otros impuestos: en esta categoría se incluyen otro tipo de impuestos como son los impuestos sobre el alcohol, los hidrocarburos, las labores del tabaco, sobre la electricidad, sobre las primas de seguros, etc.